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Todos estamos al tanto de que el agua es fundamental para nuestro organismo. Es algo que aprendemos desde muy pequeños y que nunca hemos cuestionado, pero, ¿Qué tanto sabemos realmente sobre la importancia de mantenernos hidratados?
Para empezar, no todos los organismos son iguales, por lo que cada quien tiene un requerimiento de líquidos distinto. Para poder darle a nuestro cuerpo la cantidad de líquido que realmente corresponde, es necesario comprender completamente el valor de una buena hidratación.
Pero no se trata únicamente de ingerir bebidas hasta completar el requerimiento adecuado. Algunas pueden ser beneficiosas, y además de hidratarnos ofrecen beneficios adicionales que aportan a una excelente salud. Dicho esto, nuestra elección debe apuntar no solo a la cantidad sino a la calidad. ¿Listos para aprender más?
El agua en nuestro organismo, ¿de qué se encarga?
Para empezar, el agua es la principal encargada de eliminar las toxinas del organismo. Promueve una buena circulación en el torrente sanguíneo ya que se ocupa de la densidad de la sangre. Como podrás imaginar, eso quiere decir que una correcta hidratación permite que los nutrientes lleguen mejor a cada rincón de nuestro cuerpo.
Gracias al agua, nuestro organismo regula su temperatura, manteniéndola dentro de los niveles normales. Además es parte de los lubricantes que ayudan a una adecuada movilización de las articulaciones y un excelente colaborador para una buena digestión de los alimentos.
Sin agua, una persona podría vivir apenas unos 3 a 5 días, mientras que si tiene una buena hidratación, puede soportar incluso un mes sin consumir alimentos.
La deshidratación, ¿Qué es exactamente?
La deshidratación sucede cuando perdemos más agua de la que estamos consumiendo. Esta se puede presentar. En ese momento nuestro organismo activa lo que conocemos como la sed, que es la necesidad de beber líquidos.
Cuando estamos deshidratados nuestro cuerpo recibe un inmediato impacto negativo, que puede ir en aumento con el paso del tiempo. Especialmente porque continuaremos perdiendo agua y bajando los niveles de hidratación.
Entonces presentaremos problemas de circulación y los órganos poco a poco tendrán dificultad para funcionar correctamente, debido a la falta de oxígeno y nutrientes.
¿Qué es el agua alcalina y como beneficia al organismo?
El agua alcalina presenta un pH mayor del punto medio, es decir que contiene más hidrógeno que el agua corriente. Esta característica le confiere una serie de beneficios adicionales, que la hacen una aliada ideal para cuidar nuestro organismo. Property Care te ofrece toda la información al respecto.
En primer lugar, procura una mejor hidratación, además de ayudar a prevenir enfermedades gastrointestinales, favorecer el sistema digestivo y controlar la acidez. Este líquido también elimina un mayor número de toxinas, siendo muy recomendado por algunos nutricionistas, quienes también afirman que el agua alcalina ayuda a perder peso.
Hay varias formas de obtener agua alcalina, entre ellas, hirviéndola por 5 minutos hasta llevarla a un pH de 8,5. Sin embargo, la más práctica de todas es contar con un Sistema de Purificación. Estos aparatos cuentan con filtros para evitar el paso de las impurezas y sedimentos, permitiendo la permanencia de los minerales como el calcio, potasio, magnesio y sodio, además de darle un pH adecuado para mejorar nuestra salud.
¿Cuánta aguda debemos beber?
Como ya mencionamos, cada organismo es diferente, al igual que sus requerimientos de hidratación. La edad, la talla, el tipo de dieta y la actividad física que desarrolle influyen directamente, lo mismo que el clima donde resida.
Esto significa que no podemos decirte cuál es el requerimiento exacto de hidratación que necesitas. Pero en líneas generales, los niños y los mayores tienen un mayor riesgo a deshidratarse. Para este tipo de personas, lo ideal es beber pequeñas cantidades de forma continua a lo largo del día.
En el caso de los adultos jóvenes, se recomienda beber alrededor de los 2 litros de agua al día, un poco más si son hombres o hacen deportes. Para las mujeres embarazadas o en lactancia la cantidad de líquido aumenta a 2 litros y medio al día.
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